jueves, 15 de marzo de 2007

Ahora sí.

Ahora apagué la luz y la volví a prender y la apagué y la prendí y prendí la tele e hice zapping y apagué la tele y la luz otra vez y escuché un quejidito en la habitación de al lado, la de mi hija. Me levanté, entonces, (esta vez no prendí la luz) y caminé a tientas, aunque había suficiente claridad –la habitación está llena de claraboyas por las que se filtran rayos de luna y luces ciudadanas- y entré. Ella dormía abrazada a su oso de peluche. Una pesadilla habrá sido, nomás. Volví. Me acosté. Escuché un ruido. Otro. No. Otra vez la rata no. Por favor, no. No. Prendí la luz. Me bajé de la cama (es un decir; la cama es tan baja que uno apenas resbala hasta el piso). Me quedé unos instantes parada sin saber que hacer. Fui al baño. Hice pis. Unos minutos mirándome en el espejo. Estudiando los glóbulos oculares, los orificios nasales, las inminentes arrugas alrededor de la boca (en las comisuras, para ser más precisa) las clavículas –cada vez más sobresalientes, como trapecios de circo- las costillas, el esternón levemente hundido, el pliegue de piel que amenaza al ombligo, el bello crecido, todo. Todo. ¿Soy fea? ¿Soy linda? ¿Nada, ni fu ni fa? ¿Importa, acaso? Otra vez a la cama. Boca arriba. El tic tac del reloj de la cocina, como una línea punteada, esconde con disimulo una figura fácilmente descifrable, siempre y cuando se la recorra con la punta de un lápiz. El secreto del tiempo es un juego de niños. Pero ya pasó. Ahora se es esto. Esta mácula de tinta derramada sobre una página en blanco. Sin forma. Protoplasmática. Una mancha de humedad en la pared a la que se le puede adjudicar una forma cualquiera, elegida al azar, siempre y cuando la imaginación dependa de otro. Y ya es tarde. No hay más claves. Ni pistas. Ni comodines. Hay, en todo caso, cero coma cinco. Y un efecto. Y una larga lista de contraindicaciones. Y la noche cerrada como un cajón. Hermética. Llena de virulana en rollitos. Y una aguja para tejer al crochet que edifique sueños ásperos y rugosos.

20 comentarios:

ERLAN dijo...

Al final, ¿la invitaron? Si no, me dice y se viene conmigo.

Vir dijo...

Prats, estimadísimo. Nadie me invitó a ningún lado. No existo. Estoy out. No importa. Mejor. Zánganos. Prefiero estar sola. Sola. Sola. Sola.

Anónimo dijo...

Este Prats no da puntada sin hilo, eh. Deténganlo.

Anónimo dijo...

Así que celoso, 007.

Anónimo dijo...

Jà, que lindas sus vueltas.Los extraño.

ERLAN dijo...

Ex: siempre rodeada de celebridades, ahora el mísmisimo Bond. Me dijeron que usted debía enviarme un mail con ciertos datos. Todavía los espero.

Anónimo dijo...

Celoso indeed, Moneypenny, pero sólo del bufón de Prats (acosador profesional, inexcusable pescador de mediomundo).

Pol Capillas dijo...

No sea quejona ex, usted tiene fiesta esta noche.

Vir dijo...

Siiii!!! Claro!!!
Ahí le mandé el mail, Prats.

Vir dijo...

También a usted se la extraña, Lu. ¿Ya volvió de mardel?

ERLAN dijo...

"acosador profesional, inexcusable pescador de mediomundo". Upa. Por fin alguien que no me quiere. Craig, si quiere le tiro letra, porque con eso se queda corto.

Anónimo dijo...

No te hagás el cocorito, Prats. Te tenemos fichado. Conocemos todo: tu modus operandi, tu hiperbólica labia de habitué de Bamboche, tu indigna fascinación por el tráfico de influencias, tu ruinoso autobombo.

sol dijo...

super lindo. me gustó lo del espejo, las mismas preguntas. ninguna respuesta

ERLAN dijo...

Craig, usted debe ser primo cercano de Ráult. ¿Se juntaron hoy domingo, entre ravioles y salsa fileto, para planear un ataque contra mi persona? Avíseme así los espero como corresponde. La labia se la debo a mi padre. Y no sólo trafico influencias, usted solicite que yo lo consigo.

Vir dijo...

Chicos, chicos. Por favor. Vayan a pelearse al blog de Lola Copacabana. ¿No ven que hay visitas? Sol: Perdón el desastre. Usted es bienvenida.

Anónimo dijo...

Ah, Sol va a saber entender perfectamente. Parece una chica bastante cosmopolita, por lo que se aprecia en su blog.

Y la verdad no sé quién es ese tal Rault, pero se ve que los detractores de Prats somos legión...

ERLAN dijo...

Es el club de antigroupies, Craig. Obvio, para que exista un mito deben existir sus detractores. Todo héroe tiene su antagonista.

Anónimo dijo...

Ex lo suyo es sueño profundo, y no me desdeñe la virulana, que usted sabe, en mis momentos de desvelo profundo he hecho maravillas con ellas y para seguir literal le digo que quiero aprender a tejer crochet,posta.Basta de affaires amistosos, me estalla el corazón,abajo las especulaciones del alma femenina,no me aguanto,me retiro de la escena amorosa a los 37,viuda del amor,lóbrega y desesperada

Anónimo dijo...

Hay Ex,la anónima de arriba soy yo su amiga v.Besos a ambas.

marina dijo...

guau! haberlo descubierto antes... me puse a leen anche cuando llegué y no pude parar. y, ah, sos linda.
hablemos
besos