martes, 26 de junio de 2007

Zambra

Como uno de esos bombones que una se compra para darse el gusto (en Tikal, o en Volta, por ejemplo), muy de vez en cuando, aunque la desproporción entre el tamaño de la golosina –diminuta- y su abultado precio pareciera ser, en apariencia, inmensa. Así es Bonsái, de Alejandro Zambra. Deliciosa y perfecta.

1 comentario:

H de K dijo...

En el fondo fondo como todas las cosas vistas en perspectiva. Piense en el ahora después de mil años.