sábado, 2 de diciembre de 2006

caracoles!

Leo tirada en la cama con el aire acondicionado prendido y tapada hasta el cuello con el edredón de plumas. Suena el teléfono y adivino que es ella. Me cuenta que hizo una torta de arena y que va a guardarme un poco. Le pregunto si fué al mar y me dice que sí. Pero es mentira. Escucho su voz chiquita que dice estoy muerta de sed y un intervalo de silencio. La comunicación se corta. Intento retenerla pero se pierde como yo me pierdo adentro de ella, con el ruido del mar.

1 comentario:

Horacio dijo...

Quiero decir algo pero está todo dicho. Muy bueno.